Menos de 18 meses atrás de su primera estrella Michelin, nos juntamos en una obra en Villa Crespo con Tomas Treschanski y Francisco di Campello su socio y tuve la suerte de creerle ya que en ese momento yo no sabía si Tomás era efectivamente ese cocinero divergente que venía a aportar un nuevo Fine Dining a Buenos Aires.
Tomás con 25 años no había pisado la gastronomía argentina y en ese momento casi todos los players no lo habían cruzado. Mi trabajo muy por encima del diseño tuvo que ver con el posicionamiento y relacionamiento de Tomás en una gastronomía muy madura. Nos concentramos en las narrativas que permitieran introducir la experiencia nodal de Chef counter.
Fuimos diseñando integralmente su marca, dando forma a lo que era una idea, rearmando su identidad gráfica con un logo preexistente que se ajustó para el uso y creando el ecosistema de todo el restaurante y su sistema aplicado al lujo del papel con carta de aproximadamente 20 impresos por pax y carpetas encuadernadas …sueños en papel que solo en TRESCHA se puede hacer… . Una fiesta para quien cree que las experiencias memorables “merecen papel”.